American Crime Story tiene mucho «jugo»

Han hecho mil películas de juicios basados en hechos reales. Mil series de abogados. La historia de O.J. Simpson seguramente se haya adaptado ya al cine decenas de veces, algunas quizás la hayan emitido ya algún sábado después de comer. Y a pesar de todo, American Crime Story es buena a rabiar. Desconozco hasta qué punto es fiel a los hechos, por lo menos a los que describe el autor de la novela en que se basa la serie, pero la historia engancha. Analiza las entrañas de un juicio estrella desde muchos puntos de vista, no solo abogados y fiscales, también el tratamiento de los medios y el peculiar contexto social del Los Ángeles de los 90. Dedica muchos episodios a personajes concretos: el jurado, el testimonio estrella, la fiscal… sin perder el ritmo de la narración principal.

El juego de egos de los abogados estrella está muy bien conseguido, sobretodo el del metamorfoseado John Travolta. Es cierto que es productor ejecutivo de la serie y que, por tanto, se guardó para él mismo el papel que mejor le caía, pero no por ello hay que menospreciar su trabajo. Excelente también Cuba Gooding jr. como «The Juice», su amigo tonto David Schwimmer —alias Ross de Friends— y otros más desconocidos como Sarah Paulson, la fiscal, o su ayudante Sterling K. Brown. Si tienes el privilegio de poderla ver sin conocer demasiado del caso, vas a disfrutarla.

La segunda temporada promete. Se centrará en las consecuencias del huracán Katrina.

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El efecto GoPro

Acabo de ver una secuencia de lucha espectacular en el tercer episodio de la segunda temporada de Daredevil. No es una serie redonda pero tiene sus momentos y este ha sido uno de ellos, ¿por qué? Por cómo han rodado la escena: un largo plano secuencia con un gran angular que no se aleja más allá de un metro del protagonista. El Diablo de la Cocina del Infierno repartiendo a diestro y siniestro contra una banda entera de Ángeles del Infierno mientras baja, piso a piso, por unas escaleras muy estrechas.

El efecto óptico es muy similar al de las populares cámaras GoPro de ópticas fijas y grandes ángulos pero a un nivel «pro» de verdad. Se trata del mismo efecto que utilizaba González Iñárritu en El Renacido.Me hace recordar el largo plano secuencia de Brian de Palma en Snake Eyes y me imagino a un experto operador de steadycam cargando con una pesada cámara de 35 mm. Ahora, los nuevos sistemas de estabilización junto a las cámaras digitales más reducidas –y mil cosas más que desconoceré– permiten que el operador sea un bailarín más de la escena de acción. La coreografía incluye a la cámara y ya no sabemos que es realidad y que efecto especial.

El efecto recuerda mucho al de los videojuegos en primera persona. Desde el lejano Wolfestein o el mítico Duke Nukem 3D, ya han crecido varias generaciones de consumidores multimedia con la mirada acostumbrada a los videos en primera persona –también en tercera persona, quien no recuerda el primer Tomb Raider–. Fruto de esta nueva mirada a la que nos hemos acostumbrado y de las nuevas posibilidades de grabación, nacen prductos como Hardcore Henry, la primera película grabada íntegramente en primera persona. No sé si será una película más de Serie B, pero es el más difícil todavía del efecto GoPro.

5 razones para ver «Batman vs Superman» (y otras 5 para no verla)

Qué importantes son las expectativas con las que vamos a ver una película para que esta nos guste o la odiemos. A quien se haya leído el cómic y haya estado un año esperando , la película le hará hervir la bilis. A los afortunados que fuimos a verla después de un par de críticas destructivas, nos gustará. Ahí van cinco buenos motivos para invertir dos horas y media de nuestro tiempo en verla…

  1. Ben Afleck no está mal. A todos se nos escapó una lagrimita cuando se filtró quien se vestiría con el traje de murciélago, pero tranquilos está más que digno. No ha sido el mejor, pero está a la altura del personaje.
  2. El director, Zack Snyder, es capaz de lo mejor y de lo peor, pero por el momento es el autor del mejor film de superhéroes hasta la fecha (no, Leónidas no tenia poderes) que en mi opinión es Wachtmen.
  3. Un Batman cachas pero carrozón. En la historia representa que han pasado ya sus mejores días y su nueva constitución está bien conseguida. Recuerda a un viejo rockero, pasado de esteroides pero con todavía mucho para repartir.
  4. Superman desde otro punto de vista. En el inicio del film, el de Krypton es una arma masiva descontrolada. Vemos las víctimas que sufren cuando se estrella contra un edificio o cuando se le descontrolan los rayos X.
  5. La primera parte de la historia está bastante contenida. Nos intentan justificar el porqué de su odio mutuo y casi lo consiguen, pero después la cosa se descontrola…

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…a partir de la hora de metraje llegan los motivos para no verla.

  1. Aquaman, Flash, la Mujer Maravilla… colados con calzador. Unos convertidos en mero trailer-product placement. La otra no aporta nada a la historia, tan sólo da pie a la que DC Comics y Warner Bros puedan hacer la competencia a la Marvel y Walt Disney.
  2. Lex Luthor. El personaje de Jesse Eisenberg está sobreactuado, cargado de tópicos y mal perfilado. Se le puede perdonar porque quizás tenga más culpa de ello el director y el guionista que él mismo.
  3. El Bat-coche menos creíble desde la Lego película. Me daban ganas de buscar el mando de la Playstation para poder conducirlo.
  4. El monstruo final. Sin ánimo de chafarle el final a nadie, pero el gran villano final está sacado directamente de las Minas de Moria. Parece que hayan pirateado un par de archivos de los ordenadores de Weta Workshop y les hayan añadido un par de rayos con el Cinema 4D.
  5. La segunda mitad de película es un descontrol. Superman se desmelena, Batman sujeta las velas y la Mujer Maravilla luce modelito. Para terminar con un final trampa de un previsible que asusta.

No digo nada más, para no chafarle la película a nadie. No vayáis a verla con las expectativas muy altas y os gustará.